martes, 8 de febrero de 2011

Rehabilitador de esperanzas


Issa Abuchaibe Abuchaibe es un hombre de sonrisa amplia. Tiene 82 años de edad y es hijo de inmigrantes palestinos que llegaron a Colombia cuando eran todavía adolescentes. Recibe, en el Instituto de Rehabilitación Issa Abuchaibe, a personas de escasos recursos que no tienen cómo costear un tratamiento. Abuchaibe se vuelve su cómplice y les consigue los medicamentes que necesitan y realiza de manera gratuita los procedimientos correspondientes. En su centro médico cuenta con expertos de la salud y la premisa clave es el servicio social. Es fiel devoto de la Virgen de Guadalupe. Su mayor orgullo son sus cuatro hijos, quienes le han seguido los pasos.


Issa Abuchaibe Abuchaibe: Nací el 27 de diciembre de 1927 en Santa Marta, pero vine a conocer Santa Marta después de grande; me crié en una población que se llama Fonseca y por tal razón me siento fonsequero.

Shadya Karawi Name: ¿Como fue esa llegada a Barranquilla desde Fonseca?

IAA: Estudié bachillerato en el colegio San Pedro Clavel de Cartagena, después me fui a estudiar medicina a la Universidad Javeriana en 1948. Ahí estuve hasta 1953, cuando terminé mi carrera; después me fui a hacer el año rural a Maicao, donde estuve aproximadamente unos seis años. Era el primer médico que llegaba a Maicao; fui testigo del progreso de Maicao porque al comienzo todas las casas eran de bahareque y cuando salí casi todas eran de material. y Maicao se había vuelto una población muy rica, con una bonanza que no se conoció ni en la capital.

SKN: ¿Cómo eligió su profesión?

IAA: Porque yo tengo en mi mente el servicio, me encanta servir y todavía sigo sirviendo porque llego a mi consultorio a las 6 y media de la mañana y estamos hasta las 7 de la noche trabajando.

SKN: ¿Y cómo se estableció este centro de rehabilitación?

IAA: Por una revista me entusiasmé con la especialidad y como en Colombia no había donde estudiar la fisiatría, la rehabilitación, me fui para México. Allí estuve tres años y después me fui para San Antonio, Texas, otros tres meses para completar mi formación. De ahí me vine directamente para Barranquilla hasta la actualidad. Estamos catalogados como una de las mejores instituciones de rehabilitación que tiene Latinoamérica, han venido de la Argentina, de Brasil, de toda Centroamérica y Suramérica a conocer la institución y a pedirme planos para eso, y yo se los otorgo, eso me llena a mí de orgullo y de satisfacción.

SKN: ¿Cuál ha sido la satisfacción más grande de todos estos años en el ejercicio de la profesión como médico?

IAA: Ver que mis hijos me siguieron la trayectoria, hicieron la misma especialidad y podemos ver rehabilitar a aquellas personas que llegan con muletas y botan las muletas, otros que llegan en silla de ruedas y dejan la silla de ruedas. Eso lo llena a uno de gloria, y eso es lo que me ha dado y me ha proporcionado bastante vida, el servicio a la comunidad. Nosotros estamos atendiendo diariamente alrededor de 1400 pacientes.

SKN: ¿Y lo más difícil o doloroso?

IAA: La verdad, es decir nunca la he percibido, no tengo un día en el que ponga a pensar que me pasó algo en la profesión de médico, a Dios gracias.

SKN: Usted es descendiente de árabes.

IAA: Descendiente de árabes, palestinos.

SKN: ¿Cómo se dio la llegada de los primeros árabes de su familia?

IAA: A mi madre la casaron de 12 años y a mi padre de 19 años. Primero llegaron a Riohacha, después a Santa Marta, y de Santa Marta a Fonseca, donde mi padre abrió un almacén. Mi padre murió a los33 años en un accidente; fue a recibir a Riohacha una mercancía que le mandaban de Barranquilla y el carro donde venía, una chiva, se metió en la cuneta y se volteó. Mi papá sufrió traumatismos, sobre todo en la vejiga, y estuvo en la casa unos seis días y no había manera de transportarlo a Santa Marta porque era riesgoso subirlo a una lancha. Así que murió y dejó viuda a mi madre de 26 años, con seis hijos. Ella nos educó a base de esfuerzos y de trabajo.

SKN: ¿Como les transmitieron a ustedes el espíritu árabe?

IAA: La verdad que no hubo tiempo, por cuestión de los estudios, pero yo medio digo tres o cuatro palabras que conocí porque los árabes amigos me las han enseñado, y yo tomándole el pelo al uno y al otro me he aprendido algunas frases que tengo en mente y que divierten a los árabes que frecuento.

SKN: ¿Ha viajado a la tierra de sus padres?

IAA: No, la verdad que no, yo quisiera pero no, nunca he ido pero defiendo a mi raza porque la veo gloriosa, trabajadora.

SKN: ¿Qué tiene usted de colombiano y qué tiene de árabe?

IAA: Tú sabes que nací en Colombia, pero mis sentimientos son árabes.

SKN: ¿Qué piensa del conflicto palestino-israelí?

IAA: Me da dolor y tristeza y adoro al que es árabe.

SKN: En su casa, con sus hijos, ¿se ha mantenido algo de la cultura árabe?

IAA: La verdad es con el tiempo es que las cosas se han perdido con las amistades de ellos porque casi ninguno ha sido árabe.

SKN: ¿Ni con la comida?

IAA: No, sí con la comida sí se ha mantenido el vínculo; la gran mayoría es árabe.

SKN: ¿Cuál es el legado en la ciencia que han dejado los colombo-árabes?

IAA: Afortunadamente, el mundo árabe le ha dado gloria a Colombia en la ciencia, los grandes profesionales en la medicina que actualmente hay en Colombia son de origen árabe. Eso lo llena a uno de gloria y satisfacción.

SKN: ¿A qué cree que se debe eso?

IAA: Primero a la capacidad intelectual, segundo, al querer uno avanzar para triunfar y tercero defender nuestros antepasados.

SKN: Por lo general después del 11 de septiembre la imagen de los árabes se volvió negativa, pero ellos han demostrado lo contrario.

IAA: ¿Pa’ qué vamos a hablar de esta vaina? Mientras siga Israel en esa posición…

SKN: ¿Por qué le cuesta hablar de esas cosas?

IAA: Porque soy un admirador de los Estados Unidos y Estados Unidos aprueba mucho a los israelíes, los respaldan en el Medio Oriente, pero esa agente abusa. ¿Cómo es posible que el único país, un país tan chiquito y es una potencia armamentística? Eso le duele a uno. Además, lo que sucedió con Palestina, como Israel, aprovechando el apoyo de Estados Unidos, Francia, Inglaterra despojaron a los propietarios de su vivienda, que son los palestinos, e instalaron a los israelíes. Eso no tiene perdón.

SKN: ¿Qué sería lo positivo de ser un colombo árabe?

IAA: A mí me llena de orgullo y satisfacción tener las dos.

SKN: ¿Qué aportes han hecho los colombo-árabes aquí en un barranquilla?

IAA: Uy, caramba, bastante, primero, adelantos en la construcción, en las fábricas.

SKN: ¿Cuáles fueron las razones por las que nunca fue al Medio Oriente?

IAA: Por miedo al transporte, al avión.

SKN: ¿Cuál es el legado que Issa Abuchaibe deja como colombo árabe?

IAA: En primer lugar, la satisfacción de dejar una institución de rehabilitación que es ejemplo para Latinoamérica; segundo, ser un activo colaborados para todos aquellos pacientes que necesiten de mis servicios y han encontrado la buena voluntad de seguir sirviendo.

SKN: ¿Quién es Issa Abuchaibe?

IAA: Un hombre que ha sabido criar a sus hijos.

SKN: ¿Y cómo se les transmitió el amor por la medicina?

IAA: Ellos me han visto trabajar y han visto el éxito que he tenido; por eso se unieron al proyecto familiar.

SKN: ¿Se sienten sus hijos orgullosos de ser árabes?

IAA: Claro, se sienten orgullosos de que descendemos del mundo árabe. A los hijos míos no les puedes hablar mal de los árabes porque enseguida contestan, ¡y mira que vienen siendo la tercera generación!